Mentalidad Agile; resultados extraordinarios

Es muy probable que ya has escuchado mucho acerca del enfoque Agile y sus métodos, pero, ¿Qué es y en qué me beneficia? Similar a la administración esbelta que evolucionó de la manufactura, el enfoque de Agile se ha ampliado hasta incluir todos los aspectos de una organización, ya no solo el desarrollo de software, pero ¿por qué? La razón es simple. Algunos alegan que siendo Agile es la única manera que las organizaciones pueden lidiar con el mercado turbulento de hoy e impulsado por los clientes. Agile les permite a las organizaciones dominar cambios continuos y sobresalir en un mundo que es cada vez mas volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA, según sus siglas en ingles).

Claramente podemos rescatar las siguientes preguntas que se encuentran implícitas en el Manifiesto y nos abren a posibilidades impresionantes: ¿Qué si podríamos crear lugares de trabajo que se apalancan en todos los talentos de sus miembros? ¿Y si todo ese talento se dirigiera a entregar un valor extraordinario a los clientes, que a su vez estarían dispuestos a pagar una recompensa generosa por este valor único? ¿Cómo serian estas organizaciones? Y en el mismo se plantea la incógnita si las respuestas también podrían tener efectos para todas las organizaciones, no solo las de desarrollo de software. En ese momento, nadie sabia las respuestas, pero hoy, los resultados hablan por si solos.

La mayoría de lo que se discute sobre Agile trata de herramientas, procesos, metodologías, tecnologías, plataformas, big data; en fin, sobre cosas. Una de mis citas favoritas de Peter Drucker, considerado el padre de la estrategia y del agilismo, es, “La cultura se come a la estrategia en el desayuno”. Mientras que las cosas son importantes, las personas lo son aún más. Este concepto fue acordado en el Proyecto de Consorcio de Aprendizaje (Learning Consortium Project) del 2015 donde se debatió si el agilismo era verdadero o una moda pasajera. El mismo Manifiesto también Agile declara que los individuos y las interacciones se valoran más que las herramientas y los procesos. Sin una mentalidad Agile, poco se logra con herramientas y procesos. Mismo concepto de Richard Branson de cuidar a tu equipo de personas quienes son los que cuidan a tus clientes.

Hay aspectos que me llevan a comparar Agile con la metodología ontológica. Ambas nos invitan a resistir el impulso de tirarnos de cabeza en el “cómo” y permanecer un rato más en el “qué” y el “por qué”. Esto nos da una visión más amplia que a su vez nos permite atinar con mayor precisión en el plan de acción más efectiva considerando múltiples ángulos y posibilidades y no cegarnos por lo que parece “correcto” basado en, muy probablemente, una forma de ver las cosas que ya no es óptima. El aspecto iterativo se ajusta a la realidad innegable en que vivimos. Lo que me sirve hoy, no necesariamente es el mejor curso de acción para mañana, inclusive, durante un mismo día otra dirección puede ser tomada. Así como se planea, se ejecuta, se revisa y se aplica retrospección, en lo personal, uno se beneficia de medir los resultados de reajustar nuevas prácticas, y, es más, muchas veces vale la pena poner costumbres y hábitos bajo la lupa. Ha sido adoptada por todos los aspectos de algunas organizaciones unificando metas, principios y valores sin centralizar el poder al estilo burocracia jerárquica tradicional. Quizás la parte más difícil para algunos gerentes es comprender que no es un simple proceso o metodología que puede ser implementado dentro del marco de apreciaciones y manera de pensar actual. Una organización Agile es un organismo vivo en constante crecimiento, aprendizaje continuo, y en incesante adaptación para explotar nuevas oportunidades y crear mayor para sus clientes. Esta ultima parte tiene una estrecha relación con el concepto de desarrollar nuestro propio observador y la integración de los tres elementos que componen nuestra dinámica ontológica.

Probablemente estás pensando que de una u otra forma, tú, y tu organización, ya son Agile e implementan la metodología. En esto también vemos similitudes con el proceso ontológico, pero también con el sistema 5S. Recuerdo que, al aprender sobre las 5S, mis compañeros y yo descubrimos que es simplemente un mapa de cómo funciona la mente. La belleza, y poder de estos sistemas, es que se basan en algo que ya conocemos, lo usamos a diario, y quizás lo mas importante, o por lo más interesante, es que funciona sin duda alguna. La clave es aprovechar la ventaja que nos presenta este mapa visual de algo que, para muchos, hasta ahora ha sido inconsciente. En medida que sigas expandiendo tu entender, mejor podrás poner en práctica, metódica, y efectivamente estas estrategias con intención declarada y dirección clara.  

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